Volveré a verte un día, Santa Isabel;
cuando muestres tu rostro, el que yo guardo;
el que llevé escondido en mi equipaje.
Cuando al son de la brisa, las palmeras
que retuviste allá, y las que vinieron
conmigo, al unísono se muevan,
dibujando un camino de regreso…
Cuando la Flor de Cera reconozca
su aroma en mi pensar;
cuando al hablar, mi voz cante tu música,
y dancen tu balele y tu maringa
buscando un corazón que vuelva en eco…
Cuando yo te divise en la distancia
y sea tu sol el que dore mis pupilas…
Cuando tenga sabor a ti la lluvia,
y tus arenas cálidas me alcancen,
estrechando mi cuerpo entre sus dedos…
Cuando me abra los brazos tu bahía,
y tu monte se asome de puntillas
para asistir, feliz, a nuestro encuentro…
Yo te veré ese día, Santa Isabel, de nuevo.
---oooOOOooo---
2-02-2011
(A
Santa Isabel de Fernando Póo)