Desde el silencio,
el corazón, poroso y
asurcado
de tanto arar en él,
va derramando lágrimas
de arcilla;
alimento de tierra y
sementeras…
Y en ríos de memoria,
asentado en el fondo de
sí mismo,
ralentiza su ritmo
suavemente;
para acoger heladas
que rompan en floridas
primaveras.
---oooOOOooo---
03-01-2008